Preboda ¿sí o no?

Una de las dudas más frecuentes que suelen plantearme las parejas que van a casarse, es si realizar una sesión de preboda antes del gran día.

Cada vez que me reúno con las parejas para hablar sobre la boda que preparan, una de sus preocupaciones es el tema del presupuesto.

Cuando me conocen, pueden entender la complicidad que me gusta crear con las parejas a las que fotografío.

En estas sesiones, sólo hay que disfrutar y dejarse fluir, al principio siempre están tensos porque no conocen el momento en que yo congelaré ese instante preciso en el que se transmiten ese amor con sus gestos.

Lo cierto es que en brazos del otro van encontrando la calma, y poco a poco se olvidan de mi; resulta interesante que a medida que avanza el tiempo se encuentran más cómodos frente a la cámara y se olvida esa sensación de sentirse observados.

Luego llega el gran día, el día B que le llaman las novias, y ese feeling que se creó en esa tarde que compartimos, les tranquiliza porque ya saben que todo irá bien, han perdido el miedo a la cámara y saben que el resultado les gustará.

Para mi forma de entender la fotografía, uno debe estar relajado y ese concepto de "pose" debe desaparecer; por eso y para que el presupuesto no sea un impedimento, ofrezco a mis parejas de novios una tarde juntos antes del gran día. 

Para que cuando llegue el momento y yo aparezca con mi equipo, no aparezcan los nervios sino un abrazo de bienvenida...

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